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885 • LA NOBLEZA

Viernes, 6 de agosto de 2004

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José Carreras y Plácido Domingo Esta historia se refiere a dos de los grandes tenores, Plácido Domingo y José Carreras, que emocionan al mundo cantando juntos.

Aún los que nunca visitaron España ya conocen la rivalidad existente entre catalanes y madrileños, ya que los primeros luchan por su autonomía en una España dominada por Madrid. Hasta en el fútbol los mayores rivales son el Real Madrid y el Barcelona. Pues bien, Plácido Domingo es madrileño y José Carreras es catalán. Por cuestiones políticas, en 1984, se volvieron enemigos. Siempre muy solicitados en todas partes del mundo, ambos hacían constar en sus contratos que sólo se presentarían en determinado espectáculo si el adversario no fuese convidado.

Pero en 1987, Carreras se hizo de un enemigo mucho mas implacable que Plácido, se le diagnosticó leucemia. Su lucha contra el cáncer fue sufrida y persistente. Se sometió a varios tratamientos, como el auto transplante de médula ósea, además del cambio de sangre, lo que lo obligaba a viajar una vez por mes a los Estados Unidos. Claro que en esa condición no podía trabajar y a pesar de ser dueño de una razonable fortuna, los altos costos de los viajes y del tratamiento rápidamente debilitaron sus finanzas. Cuando no tenía mas condiciones financieras, tomó conocimiento de la existencia de una fundación en Madrid, cuya finalidad única era apoyar el tratamiento de leucémicos. Gracias al apoyo de la Fundación Hermosa, Carreras venció la dolencia y volvió a cantar.

Demás está decir, que recibiendo nuevamente los altos cachés que merecía, José Carreras trató de asociarse a la fundación, fue entonces que leyendo sus estatutos, descubrió que el fundador, mayor colaborador y presidente de la fundación, era Plácido Domingo, y más aún, se enteró que éste había creado la entidad, en principio, para atenderlo y que se había mantenido en el anonimato para no humillarlo al tener que aceptar auxilio de un enemigo.

Tiempo mas tarde cuando la relación se había convertido en una gran amistad, Plácido Domingo respondía en una entrevista que había creado la fundación para revivir al único artista que podría hacerle alguna competencia, su respuesta fue corta y definitiva:
- Una voz como esa, no se puede perder...


Esta historia no debiera caer en el olvido y sí servir de inspiración y ejemplo de lo que es capaz la nobleza humana.

Colaboración Y. Rojas - L. Rosemberg