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436 •  RUTINA DE HUMOR XXV

Viernes, 14 de Febrero de 2003

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Una sonrisa

El gallego Manuel, viajó a Japón y se compra un par de anteojos de gran tecnología que hacían ver desnudas a las mujeres. Apenas se pone los anteojos, empieza a verlas desnudas... está encantado... Se pone los anteojos, desnudas. Se quita los anteojos, vestidas.
- ¡Ay, Jesús, qué maravilla!
Manuel regresa a Galicia, loco por mostrarle a su mujer María la novedad. En el avión, se siente enloquecido viendo a las azafatas totalmente desnudas.
Cuando llega a su casa, inmediatamente se coloca los anteojos para ver desnuda a María. Abre la puerta y ve a María y a Joaquín, su vecino, desnudos en el sofá.
Se quita los anteojos, desnudos.
Se pone los anteojos, desnudos.
Se los quita... desnudos.
Se los pone... desnudos.
Y Manuel dice:

- ¡La puta que lo parió, esta mierda ya se rompió!

Pueblo en el campo gallego. Aparece un Rolls Royce y se detiene en la plaza. Del auto desciende Claudia Schiffer. Con el dedo señala a uno de los pueblerinos:
- ¡Tu! Ven conmigo.
- Coño, Manolo, que es a ti. !Vaya suerte, Manolo!

Manolo se acerca al auto, la Schiffer le dice que suba, y salen del pueblo. Al rato Manolo vuelve solo, conduciendo el Rolls.
- Manolo, ¡cuéntanos que ha pasao!
- Pues naa, que hemos ido al molino, nos hemos bajao del coche, la muchacha se ha quitao la ropa, la ha dejao en el suelo y me ha dicho: 'Toma de mí lo que quieras'. ¡Así que me he traído el coche!
- ¡Y has hecho bien! ¿Para que quieres tu la ropa si no tienes hermanas?

Un gallego pide una pizza a domicilio y le preguntan:
- ¿En cuántas porciones quiere que la cortemos?
- Bueno, eh... ¿en cuantas porciones se puede cortar?
- En seis, en ocho o en doce.
- Hombre, pues entonces en seis nada mas:yo no me puedo comer tantas

José grita:
- Oye, Manolo... ¿dime cuantos grados marca el termómetro?.
- Cero grados.
- Que bueno, hombre! ¡Ni frío, ni calor!

Se encontraba un italiano leyendo un Libro de Lógica, y un gallego que lo ve le pregunta:
- ¿Que es eso?
- Un libro de lógica
-responde el italiano
- ¿Para qué sirve?
- Te lo explico con un ejemplo: ¿Te gusta el CAFE?
- Si
- Entonces, te gusta el AGUA
- Si
- Entonces te gusta la PLAYA
- Si
- Entonces te gustan las chicas
- Si
- Porque eres bien MACHO
- Si
- ... pues eso es lógica...
-concluye el italiano
Una semana después, el gallego leía un libro de lógica y un francés le pregunta...
- ¿Qué es eso?
- Un libro de lógica
-responde el gallego

- ¿Para que sirve?
- Ay, que tonto como no sabes, bueno te lo explico con un ejemplo...¿Te gusta el CAFE?...
- No
-responde el francés
- Uyuyui... Maricón, maricón, maricón.

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