Click para ir al número anterior

ANTERIOR

EL CUENTOMETRO DE MORT CINDER

SIGUIENTE

Click para ir al número siguiente

384 • PLANETA X

 

Lunes, 16 de diciembre de 2002

Al índice

Click para ir al índice

Portada de la Revista A mediados del siglo XIX, cuando la validez de la ley de gravedad propuesta por Isaac Newton estaba en pleno apogeo, los astrónomos no dudaron en que la órbita de Urano, el último y más alejado planeta del Sistema Solar conocido hasta entonces, se apartaba de la trayectoria prevista por culpa de la atracción gravitacional de un cuerpo celeste desconocido. Ese cuerpo resultó ser el planeta Neptuno, y luego observando las desviaciones de este último se dedujo matemáticamente la existencia de un planeta transneptuniano al que tiempo después se lo pudo observar y se lo llamó Plutón. Pero los científicos también se dieron cuenta que Plutón era demasiado pequeño como para mover gravitacionalmente "tanto" a Neptuno. Surgieron así las teorías de un cuerpo celeste desconocido, al que llamaron Planeta X. Ahora, dos científicos argentinos descubrieron a este mítico décimo planeta del Sistema Solar, de tamaño similar a la Tierra, y que gravita más allá de la órbita de Plutón.

Los resultados de esta investigación fueron publicados en el último número de la revista británica New Scientist. Mario Melita, un físico de 37 años recibido en la Universidad de Buenos Aires y que hoy trabaja en la Universidad de Londres, y Adrián Brunini de 43 años, su ex profesor, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), fueron los responsables del descubrimiento.

En base a cálculos teóricos, Brunini predijo que en los límites del Cinturón de Kuiper, una región periférica del Sistema Solar compuesta de asteroides y fragmentos de material interestelar, debía haber un nuevo planeta.

- En principio, nuestro Sistema Solar tiene diez planetas y no nueve, como nos enseñan en la escuela -asegura Brunini desde su casa de Gonnet, en las afueras de La Plata.

La predicción teórica acerca de la posible ubicación del Planeta X la obtuvo a fines de 2001, unos meses antes de que Melita, su colaborador, partiera rumbo a Londres. Desde la capital inglesa realizaron una búsqueda visual hasta que dieron con el nuevo cuerpo celeste.

- Resulta curioso que un cuerpo de dimensiones tan grandes no haya sido visto antes, ya que se puede observar con los telescopios -dijo Melita a la revista New Scientist.

Los astrónomos que finalmente descubrieron el Planeta X están convencidos que el amplio borde que se observa en los límites del Cinturón de Kuiper se formó a través del agregado progresivo de gas, polvo y material cósmico que gira alrededor de nuestra estrella, el Sol. Los científicos coinciden en que existe una gran actividad en curso en el Cinturón, como le dijo a la revista británica New Scientist Marc Buie, del Observatorio Lowell, en Arizona (Estados Unidos). Alan Stern, del Instituto de Investigación de Boulder, en Colorado, explicó que la región del espacio en cuestión es "de formación planetaria, con 100 mil objetos que son planetas en miniatura". Según el especialista, el descubrimiento del Planeta X será seguido por muchos otros hallazgos similares.

Adrián Brunini, codescubridor del Planeta X, es titular de la cátedra Sistema Solar de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de la Plata. Además, es investigador independiente del Conicet. Por el primer cargo recibe un salario de 1.600 pesos por mes (unos 450 dólares) y por el segundo, sólo 230 pesos, alrededor de 64 dólares.


KOSTIA