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206 • HIJOS DEL CORDOBAZO

 

Martes, 30 de abril de 2002

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Huye De la Rúa 20-DIC-2001

¡Qué cagazo! ¡Qué cagazo!
Echamos a de la Rua
Los hijos del cordobazo...
(Cantito popular en una barricada de acceso a Plaza de Mayo)

Como sucediera hace tres décadas atrás en tiempos del Cordobazo, estas jornadas fueron el emergente observable de un largo proceso previo aparentemente invisible. Acá no se expresó una explosión de "irracionalidad" inexplicable. Por el contrario, fue el punto de llegada de una larga acumulación de piquetes aislados y luchas de calles fragmentarias.

El camino de las luchas de clases fue de lo fragmentario y puntual a lo nacional y global. Hasta ahora las protestas contra el capitalismo neoliberal habían venido desarrollándose de manera aislada. Incluso el santiagazo –uno de esos vértices durante el gobierno de Menem- no tuvo inmediata repercusión en otras provincias.

Por eso muchos apresurados y superficiales, como también hicieron en tiempos del cordobazo, decían que acá "no pasaba nada". Importantes politicólogos "democráticos", con la autosuficiencia que los caracteriza, insistieron hasta el cansancio durante los últimos años con el latiguillo de que el pueblo argentino es pasivo y nunca pelea... La refutación fue contundente. Y esta vez sí se logró romper el muro infranqueable de la protesta aislada para alcanzar un plano de rebelión a escala nacional.

El principal escenario de esa rebelión multiplicada espacialmente al infinito revistió un carácter centralizado. Se combatió en la misma plaza de mayo, a metros de la casa de gobierno. ¿Hubiera renunciado De la Rua si los enfrentamientos hubieran sido únicamente en Jujuy o Córdoba? Probablemente no.

No obstante las modas académicas, principalmente de factura postestructuralista y posmoderna (ambas corrientes de amplia difusión en Francia) que han instalado entre nuestra intelectualidad la peregrina idea de que no hay que plantearse una estrategia para la toma del poder ya que "el poder no esta centralizado en ningún lado...", la plaza de mayo sigue siendo, no sólo el símbolo resumido de la lucha histórica popular en la Argentina, sino también el espacio centralizado en que se expresa la confrontación con el poder político burgués y sus aparatos de represión. Eso no implica creer que los distintos territorios sociales del capital que atraviesan el conjunto de la sociedad civil argentina sean soslayables. Tampoco implica desconocer que las decenas de miles de hombres armados para la represión y la guerra (no tanto guerra externa entre estados-naciones sino principalmente guerra interna de clases) distribuidos a lo largo de toda la Argentina estén únicamente concentrados en Plaza de Mayo. Creer eso sería ingenuo y hasta ridículo y tonto. Sin embargo ésta última resume un espacio de poder simbólico que otorga inteligibilidad a la ferocidad con que los cuerpos represivos argentinos defendieron esa plaza durante estas dos jornadas de lucha.


NESTOR KOHAN (23-DIC-2001)
Docente Universidad Popular Madres de Plaza de Mayo
Colaboración E. Vallejos • USA